Las consecuencias económicas del tsunami de Japón, que podrían alcanzar los 166.000 millones de euros, alcanzan también a importantes fábricas europeas, que están teniendo problemas para recibir componentes procedentes del país nipón.
En España, una de las plantas afectadas es la zaragozana de Figueruelas. La planta de General Motors (GM) paró ayer la producción, por la falta de algunos componentes procedentes de Japón, y prevé tomar la misma medida en el turno de tarde del próximo viernes.
En concreto, la factoría está teniendo problemas de suministro de algunos compenentes que se utilizan en la fabricación de los modelos Corsala, Meriva y Combo.
Un caso diferentes es el de la planta alemana de Fujitsu en Augsburgo, que ha sido elegida por la multinacional japonesa para hacerse cargo de algunas operaciones que se llevaban a cabo en las plantas niponas, que se han visto alcanzadas por el terremoto.
No obstante, para garantizar el suministro, Fujitsu ya está buscando proveedores alternativos que garanticen la continuidad del negocio en esta factoría de centro Europa.
Dentro de Japón, la compañía ha tranferido temporalmente la producción de ordenadores a la fábrica de Shimane, en la isla de Honshü, que no se ha visto afectada ni por el seísmo, ni por el tsunami.
Nokia también está localizando proveedores alternativos que le permitan salvar los problemas de suministro que ya está teniendo por el terremoto en Japón.
"Esperamos algún trastorno en la capacidad de nuestra unidad de Dispositivos y Servicios a raíz de la actual escasez de componentes y materias primas originarios de Japón que afecta a toda la industria", señaló el fabricante finlandés en un comunicado.
El gigante de la telefonía móvil todavía está evaluando el impacto de la catástrofe en sus operaciones y prevé dar información detallada el próximo 21 de abril, durante su presentación de resultados.
Las plantas europeas de Nissan, entre las que figura la española de Ávila, también están sufriendo problemas de suministro. Sin embargo, la casa nipona está intentando corregir la situación.
Nissan reanudó ayer la producción de algunas piezas en sus plantas de Oppama, Tochigi, Kyushu, Yokohama y Shatai, para intentar mitigar los problemas de producción, y confía en poder retomar la fabricación de automóviles a partir del próximo jueves.
De hecho, la compañía ya ha anunciado que el suministro de componentes tardará varios días en normalizarse.
Problema de suministro eléctrico
A estos problemas puede sumarse otro de abastecimiento energético en Alemania si se cumplen las negras previsiones del presidente de la eléctrica E.ON, Johannes Teyssen.
El directivo prevé problemas de suministro por la desconexión a la red de las siete centrales atómicas mas antiguas del país. En declaraciones al semanario Der Spiegel, Teyssen ha señalado que "es sumamente difícil" mantener la estabilidad de la red eléctrica tras la desconexión de las siete plantas atómicas.
El semanario también indica que la situación se podría agravar a finales de marzo, con la prevista desconexión de la central nuclear bávara de Grafenrheinfeld, en la que hace meses que se ha diagnosticado una posible grieta en el circuito de refrigeración, que debe ser revisada durante varias semanas.
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